Por Anaí Quintero
En el mundo actual, es difícil imaginarnos, incluso organizarnos sin las aplicaciones de nuestros dispositivos móviles. Son fundamentales para llevar a cabo diversas de nuestras actividades cotidianas.
Querramos o no, las apps nacieron para adaptarlas a nuestras vidas, pero fue hace apenas treinta años que este “boom” ocurrió. Fue a finales de los años 90 que las primeras aplicaciones móviles hicieron “acto de presencia” por ejemplo: la agenda, editores de tono de llamada, calendarios…, aplicaciones simples pero de utilidad necesaria.
Para 1994 surgen los primeros juegos populares, en Dinamarca, el Tetris y el éxitoso juego de “La serpiente”, esta última es considerada como la primera aplicación móvil de la historia, la cual se posicionaría con gran aceptación a nivel mundial.
Alrededor del globo surgieron desarrolladores y creadores de aplicaciones, con esto surgió la necesidad de tener plataformas para la venta y distribución de estas “apps” que buscaban posicionarse en este nuevo mercado digital, por lo cual en la entonces joven empresa ‘Apple’, surgió una plataforma con esta iniciativa de venta y distribución denominada ‘App Store’ en el 2008; que para el cuarto mes de su aparición, ya contaba con 100,000,000 de descargas, entonces, aparece otro gigante de venta y distribución de aplicaciones por parte de Google, bajo el nombre de ‘Android Market’, posteriormente evoluciona en lo que hoy conocemos como ‘Google Play’.